Nota informativa: este post es una mera guía orientativa basada en nuestra propia experiencia. Sabemos que organizar un festival no es tarea fácil y la intención con este post es guardar el recuerdo de nuestra experiencia, nuestras aventuras y desventuras en el festival y ofrecer nuestra opinión sobre los puntos a mejorar. Recibe esta información como la opinión de un colega contándote su experiencia en el festi. Las valoraciones están hechas en base a la experiencia básica sin pagar extras.
Tanto el precio de la entrada general como el precio del mini está muy acertado, más aún teniendo en cuenta las ofertas de venta anticipada. Destacar que el tamaño del mini es bastante ajustado al litro en comparación a otros festivales (90 cl) y está a 7 € el mini de cerveza además mola mucho su simpático medidor de cl. Es cierto que los 2 € del vaso no te los devuelven si quieres devolver el vaso al finalizar el festival como en otros festivales lo cual lleva a pensar que los 2 € es más una cuestión económica que ecológica. Nuestra opinión sobre los vasos de plástico es clara, es un problema ecológico inevitable en festivales debido a que debe evitarse el uso de vidrio, pero es un problema que puede aplacarse. Por eso no nos gustó que no dejaran entrar a un miembro de nuestra manada con un vaso de plástico de otro festival aunque fuera más pequeño y perdiese dinero con cada recarga y le obligaran a comprar el del festival. Si bien es cierto y hay que indicar que el diseño del vaso da que pensar que todos los años van a ser el mismo vaso así que entendemos que los de esta edición nos valdrán para la siguiente lo cual es punto positivo de ser así.
Presenta un cartel con estilos muy equilibrados y cabezas de cartel muy potentes. Aunque es cierto que en opinión de nuestra manada faltaba más punk/rock y sobraba un poco de rap, pero bueno nuestra manada es que es mayoritariamente “punki”. Además permitían que los seguidores “confeccionaran” el cartel pidiendo su opinión y atendiendo en la medida de lo posible las demandas lo cual se agradece. Además de contar con un pequeño escenario fuera del recinto para grupos emergentes que nos sorprendió con algunos grupos interesantes en los momentos muertos del festival mientras se esperaba a que abrieran puertas. Es cierto que al contar con un único escenario dentro del recinto el entretiempo entre preparación de grupos no podía ser aprovechado para ir a otros conciertos. No obstante, ese tiempo se agradecía para comer algo, ir a la barra, al campamento base o al servicio así que ni tan mal.
De los puntos más gratificantes del festival. La zona de camping estaba bastante bien delimitada y aunque se quedó pequeña se agradecía que se diera manga ancha para poder acampar en la zona parking a los que no pudieron encontrar sitio. Sorprendió mucho también el “cacamión“, como apodaron muchos a un camión habilitado como baños públicos con una limpieza extremadamente buena. La cola de las duchas estaba presente, pero era tolerable y se producía mayoritariamente porque las primeras duchas acaparaban la presión del resto dejando inutilizadas muchas duchas. Hablando del propio recinto del festival: El acceso al recinto era bastante rápido, el acceso a los baños estaba controlado en los momentos críticos para evitar problemas. La posibilidad de recargar las pulseras desde tu móvil ayudaba a evitar la cola de recargas y agilizaba mucho la barra. Contar con mochileros de cerveza en un recinto relativamente pequeño en comparación a otros festivales se agradeció además de que eran supersimpáticos. Para las dimensiones del recinto el aforo estaba muy bien ajustado y no sentías sensación de agobio ni siquiera en los grupos más potentes. Que todo el recinto estuviera pavimentado con césped artificial reciclado de campos de fútbol nos pareció una forma ecológica de darle un segundo uso a este material y al mismo tiempo velar por la integridad de nuestros pulmones que de normal en el resto de festivales de suelo polvoriento rezan un padrenuestro cada vez que se forma un pogo. Creo que es de lo que más agradecí particularmente. Es el festival en el que más limpio me he sentido con diferencia.
Otro de los puntos clave de este festival. Se palpaba una atmósfera agradable entre la ciudad de Adra y el festival y eso se agradece y al menos daba la sensación de que el festival encajaba en la ciudad a la perfección. Uno podría pensar que un festival en agosto en el sur de España podría suponer una muerte por calor sofocante. Nada más lejos de la realidad, al estar al lado de la playa la brisa marina garantiza una buena temperatura tanto dentro del recinto del festival como en el camping la mayor parte del día y la noche. Con conseguir sombra la brisa marina se encarga del resto. Por otro lado la increíble playa de piedras de Adra fue de lo que más abusamos en los tiempos muertos del festival porque se estaba increíblemente bien, además si pillabas buen sitio tenías detrás el escenario acústico así que podías disfrutar de la música mientras te bañabas en un agua bastante embravecida, pero limpia en comparación a otras playas de España. Se puede hacer la compra sin necesidad de coger el coche y el aprovisionamiento de hielos es bastante fácil. En los bares a los que fuimos a desayunar en la ciudad de Adra nos trataron genial, en especial recomendamos “Abdera café bar” que además de unas buenas tostadas revitalizantes cuenta con terraza y bastantes enchufes para cargar los móviles de toda la manada y puedes servirte agua gratis a voluntad.
De este increíble festival nuestra manada se lleva muy buenos recuerdos y la sensación de haber asistido a un festival organizado con mucho amor y cuidando hasta el más mínimo detalle. Este amor por las cosas bien hechas impregnaba a todos los asistentes cargándolos de un buen rollo muy reconfortante. Lo cual llevaba a que incluso los aparentes problemas del festival como podría ser las colas en las duchas se solucionaran de una forma simpática y con mucho humor en lugar de con caras largas y conflictos. Dando paso a situaciones y comentarios graciosos al tener que compartir ducha con desconocidos porque las primeras duchas acaparaban la presión de toda el agua capitalizando el derecho a disponer de agua a presión y condenando a los marginados del fondo a ducharse mediante la tortura coreana de la constante gota en la frente. Otra de las oportunidades que tuvimos para darnos cuenta del buen ambiente que reinaba y doblegaba a las adversidades fue ver que la gente celebraba con vítores en colectividad cuando una ola de la embravecida playa de Adra decidía llevarse por delante la toalla y a quienes estuvieran encima de ella, por los pelos casi nos toca a nosotros. Escuchar el clamor del público expectante ante el desastre arrancaba la sonrisa de los afectados quitándole hierro al asunto y es que las penas con alegría son menos penas. Descansamos muy bien todos los días quitando de una madrugada en la que un novato en festivales le dio por llamar a grito pelado a las 7 de la mañana a una tal Sonia de forma insistente en lugar de mandarle la ubicación que tantas veces le había solicitado su amiga llamándole al teléfono cada cuarto de hora para rogarle que se acordara de mandarle la localización. Imposible olvidar también que hay que hacer una mención especial a una festivalera que se reía de una forma muy histriónica, voluntaria o involuntariamente, pero que de nuevo en lugar de generar malestar generó una buena cosecha de risas y comentarios que nos llevó a conocer a más gente, porque mal de muchos consuelo de tontos, llegando a crear un club de la comedia en torno a la risa y el club de afectados por la risa. Al tratarse de un festival de cuatro días agradecimos encarecidamente el césped artificial para descansar un poco en los entretiempos sin tener que rebozarte en polvo como en otros festivales y evitar toser croquetas de tierra al despertar por la mañana.
Aunque hay muy poco margen de mejora queremos hacer el esfuerzo de dar algunos apuntes al respecto. Sería buena idea meterle más presión a las duchas o limitar a la mitad la posibilidad de abrir el grifo de las primeras duchas con el fin de garantizar una presión constante en todas las duchas mejorando así las colas. Dar la posibilidad de devolver el vaso y que te devuelvan el dinero o incluso permitir el acceso a vasos de plástico reutilizables de fuera del festival siempre y cuando tengan la misma capacidad sería un punto muy positivo a nivel ecológico o al menos si van a ser los mismos dejarnos llevar los de este año. La salida del recinto al terminar cada concierto se hacía un poquito lenta a veces, pero era tolerable y quizá mejorar un poco el único punto de agua potable.
